
La vida del artesano y de las marcas pequeñitas están salpimentadas con múltiples movimientos sísmicos. Es como ir por el mundo con una minipimer cosida al cerebelo, una baticao que te sacude cuando menos lo esperas. Un algo que te inquieta, te confunde y te agita día si día también y que te deja con…
Qué bien explicado! He aprendido cosas, mira tú… La verdad es que cuesta poner «condiciones concretas» por escrito, parece un poco frío, pero es súper necesario, porque luego hay sorpresas… Nada como dejar las cosas bien claras desde el principio. Al final es más cómodo para todos.
Aún así, cuando una foto depende de la creatividad del que la hace, a veces ocurre que el resultado no es el esperado, que justo esa foto no es de las más bonitas que hace, que esperabas otra cosa… Ése es un riesgo que siempre hay que asumir. Y lo digo porque lo he vivido desde los dos lados 😉
Un post genial =)
Besos!
¡Gracias Susana por este artículo!
Mi marca y yo estamos aún lejos de poder buscar este tipo de colaboraciones, pero me ha resultado muy útil lo que cuentas para cuando vaya a hacerlo. Lo has explicado alto y claro, como siempre 😉
Un abrazo
Hola Susana,genial tu post… estoy escribiendo algo que se relaciona, si no te importa te vincularé en mi próximo post.Como ex-publicista, el tema de la ubicación es algo que creo que es de vital importancia… todavía recuerdo las cantidades que pagaban las marcas de coches por la publicidad en medio de los partidos de la selección española en Sudáfrica 2010… y eso que tantos ceros eran difíciles de imaginar.Pero lo más importante lo has recalcado varias veces y, como dice Pat, nada como dejar las cosas bien claras desde el principio. Al final, con un contrato todos estamos más cómodos. Sabemos a lo que atenernos… es como la disciplina con los niños: no les gusta pero están deseando tener alguien disciplinado al lado!Yo ya no olvido nunca firmar un contrato supercalifragilisticoexpialidosamente bien detallado… y recuerdo de vez al cliente lo que se incluye y lo que no, pues tienen una tendencia a amnesia temporal (y/o a no leer lo que firman) pasmosa. La mejor forma de no sufrir tortícolis debido a las tensiones de tratar con clientes que siempre piden más y no tienen claro lo que quieren!
Muchísimas gracias por todo lo que nos aportas: ideas claras y bien organizadas!
Nada más que añadir porque está perfectamente expuesto y explicado.
Hola Susana, te sigo desde hace tiempo y adoro tu marca, tus rrss y lo que transmites. Necesito saber donde encuentras tantos jerseys tan chulos de colores mint, etc, jajajajja.
Bueno al lío, yo, como pequeña marca, me voy a pronunciar
He tenido muchas experiencias, buenas y malas.
Curiosamente las malas han sido con las influencers más gordas habiéndome contactado ellas. Hasta el punto de decirle que no puede pedir 4 productos por la cara (obviamente no con esas palabras, jajaaj, aunque sí por dentro) y ni contestar a la propuesta que le has hecho. Y luego ver que todo el cumple de su peque lo ha hecho buscando «colaboraciones» a cambio de un mísero stories rápido.
Yo me guío del feeling con la persona, de como me entre, más allá claro de todos los factores que has mencionado en el post.
Ahora ya tengo una respuesta standarizada con los productos que se pueden pedir y la acciones que a cambio pedimos.
A quien no le parece bien, no la hacemos.
¿Tiene sentido? Mi opinión es no, no a lo loco. Sí controlando tú lo que quieres ofrecer y bajo que condiciones. Al fin y al cabo te han venido a buscar 😉
Sigue compartiendo tanta alegría!!
Bufffffffffffff, pues anda que no me han pedido marcas pequeñas, medianas y grandes que les haga publicidad a cambio de «un paquete de galletas», «un brick de caldo», «un tarrito de sal»… Cuando era solo blogger, a veces picaba cuando la marca era de mi gusto; ahora exijo mucho más.
Yo creo, Susana, que en este mundillo hay una subestimación generalizada del otro. Las marcas subestiman a los bloggers/influencers y los influencers subestiman a los artesanos, cocineros, marcas pequeñas, etc. Para mí el problema está en creerse por encima de los demás y, muy importante, en la falta de profesionalización de todo este galimatías que es internet. Explico este segundo problema.
Hablas de la diferencia entre tener muchos seguidores y «llegar adonde se debe llegar» y has dado en el clavo, pero la ignorancia y tacañería de muchos gestores de marca llegan al punto de que lo confunden porque les conviene. Encuentran a un blogger con muchos seguidores y le proponen que les haga publicidad (e incluso trabajos, porque conozco casos para echarse a llorar) a cambio de… ¡Nada! Bueno, vale, a cambio de «te van a conocer» o «te regalo una caja de polvorones». Y, claro, aceptan. ¿En qué lugar quedamos los que nos dedicamos a ello de modo profesional, cobrando, claro está? Ahí, ahí. Ahí donde estás pensando.
Ambas sabemos de qué va esta tela. A mí se me llevan los demonios y no sé si esto parará, porque, además, en España ya sabes que somos campeones de «aquí todo es gratis, cójalo usted». En fin… Magnífico post, Susana, como siempre.
Besitos
Un post genial Susana, la verdad que a veces da un poco de miedito eso de ponerse seria y establecer condiciones, porque parece que estamos pidiendo un favor, y claro, aún por encima que nos ayudan… Así que sí, tomo nota y me pongo las pilas.Un abrazo y gracias por compartir!!