Cosas que debes hacer 1 año después de lanzar tu web (o tu proyecto)

mejoras que debes hacer un año después de lanzar tu proyecto o web

 

Permitidme la licencia, pero la escritora erótica que vive en mí sufre al saberse oculta tras esta impresionante fachada de publicista exitosa a la par que humilde. Hoy, sin embargo, está feliz porque he decidido empezar este post con un tema prosaico y hot, muy hot. Hoy quiero hablar de la primera vez.

¡Ah, la primera vez! Dicen que nunca se olvida. ¡Claro! ¿Cómo olvidar semejante despropósito? ¿Cómo no recordar esa maraña de brazos y piernas, ese quemar calorías intentando que, por arte de birlibirloque, piezas que son de diferentes puzzles encajen como si nada? Quién no se recuerda a sí mismo, con más vergüenza que cariño, siendo más torpe que un gato con manicura francesa. Por muchos años que pasen, por muy dilatada que sea tu carrera de viernes noches en camas propias y ajenas, nunca jamás podrás olvidar ese no saber dónde posar las manos y ese sentirse inútil cual bolsillo de pijama.

Pero esto de las primeras veces va mucho más allá del plano carnal. Hacerlo mal o regular la primera vez es extensible a cualquier ámbito de la vida. Es una regla no escrita pero de obligado cumplimiento: la primera vez de cualquier cosa debe ser y será un soberano pastel. Algo mejorable lo mires por donde lo mires. La buena noticia es que pasado un tiempo uno gana sesera y ojo crítico, así que hacer mejoras resulta increíblemente fácil. En cualquier caso, hoy quiero darte algunas pistas que pueden venirte especialmente bien si hace aproximadamente un año que emprendiste o lanzaste una web:

 

1. Redefine tus servicios.

Por muy autoexigentes y perfeccionistas que seamos, no tenemos el don de adivinar el futuro. Cuando empiezas, básicamente tienes la misma visión que un gato de escayola. Vas a ciegas por el emprendimiento aunque lo hagas lo mejor que sepas. Uno se lanza a la aventura ofreciendo una serie de productos o servicios que cree que pueden tener buena acogida. Pero los caminos del señor, y de nuestros clientes, son misteriosos. Tarde o temprano terminarán marcándote una dirección diferente. Es muy probable que tengas que eliminar algo de tu lista de servicios o productos y que incluso debas incorporar alguna cosa que no te habías planteado en un principio y que, sin embargo, te demanden.

Ademas, emprender es un master acelerado de autodescubrimiento personal. Es como estar 10 años en el Tíbet, pero sin raparte la cabeza, todo lo contrario, olvidándote de la depilación a saco. Tras un tiempo a solas con tu yo emprendedor, enfrentando miedos y echando más horas que un reloj, tus intereses y objetivos van a cambiar sin darte cuenta. Tu primer aniversario es un gran momento para replantearte si todo lo que haces te proporciona la satisfacción personal y/o económica que necesitas o debes hacer algún ajuste. No te ates a cosas que no te compensan. Ahora mandas tú y tienes el poder de hacer todos los cambios que sean necesarios para que tu trabajo (y tu vida) se parezcan mucho más a lo que deseas. Suena simple, pero, curiosamente, se nos olvida con demasiada frecuencia.

 

2. Haz fotos nuevas.

Tanto si tienes una web como si de momento tu presencia online se reduce a redes sociales, es muy recomendable renovar tus fotos corporativas. La imagen que tienes de ti mismo, los valores de tu marca, lo que quieres transmitir… habrá cambiado tanto a estas alturas que es muy probable que tu identidad visual ya no te represente. Las fotos son un buen punto de partida, pero si tienes un logo o incluso una web DIY deberías plantearte un lavado de cara que te identifique mucho mejor. Con lejía, a ser posible.

 

3. Busca soluciones y automatiza todo aquello que puedas.

Durante el primer año de emprendimiento tu familia pensará que convive con un husky siberiano. Perderás tanto pelo que podrán tejer alfombras persas a tu paso y obstruirás las cañerías de medio planeta. Pero no temas: todos esos problemas nuevos a los que te enfrentas hoy serán pan comido mañana. Doce meses de rodaje, con sus altos y bajos, te proporcionarán el conocimiento suficiente para dar con la solución perfecta. Es momento de parar y estudiar los problemas recurrentes que encuentras para hacerlos desaparecer, si es posible, o intentar que te roben menos tiempo y, sobre todo, menos pelo. Cuando la calvicie llame a tu puerta, toma aire y automatiza. Seguro que hay un montón de tareas que te complican la existencia que puedes mecanizar. Respuestas automáticas, cuestionarios para clientes, vídeos explicativos, apartados de preguntas frecuentes… hay decenas de fórmulas que podemos ir incorporando a nuestra rutina de trabajo o a nuestra plataforma online para evitar los problemas antes de que surjan o para ahorrar tiempo.

 

4. Vuelve a presentarte.

Te propongo una cosa: ármate de valor y, machete en mano, ábrete paso entre la maleza hasta llegar a tu página del sobre mí (o hasta tu descripción en redes sociales). No te distraigas con la fauna y/o flora que encuentres en tu camino. Sé que es complicado avanzar por senderos en tal estado de abandono, es lo que tiene no haber vuelto a poner un pie por allí desde que, con faldas y a lo loco, escribiste lo primero que se te vino a la mente para salir del paso. Pero necesito que lo leas todo, en voz alta, hasta la última línea. Y ahora dime: ¿no te da la impresión de que lo mismo podría haberlo escrito un mono epiléptico que un señor de Cuenca? Si es así, ya va siendo hora de reescribir este texto. Esta vez lo harás mucho mejor, sin monos de teclear salvaje en la costa.

 

Que conste que yo todo esto lo sé porque lo he vivido en carne propia. Pero gracias a eso hoy puedo considerarme experta en disciplinas tan importantes como implantología capilar, señores de Cuenca (y municipios aledaños)  y cartomancia aplicada a los negocios. No importa lo perfeccionista que seas, el aprendizaje y las mejoras nunca terminan. Tu proyecto siempre estará en continua evolución. Y para muestra, un botón: si hace 3 años me cuentan que iba a lanzar un ebook sobre redacción de blogs habría flipado pepinillos y, por supuesto, no habría creído ni una palabra porque no entraba en mis planes. Sin embargo, hoy sé que es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo. De hecho, estoy firmemente convencida de que debo seguir creando infoproductos.

 

Y como sé que hay gente en mi misma situación, mañana jueves (20 de octubre) he invitado a todos mis suscriptores a un webinar gratuito en colaboración con Elsa López, de Infoemprendedora, que nos hablará sobre cómo crear un infoproducto que vende sin dejar de tener una vida durante 6 meses. Si te interesa el tema pero no estás en mi lista de correo, aún estás a tiempo de suscribirte a mi newsletter (el modo más sencillo de hacerlo es a través del banner que encontrarás en la home de mi web). Enviaré un último recordatorio a mis suscriptores con el link para acceder al webinar mañana sobre las 11,00 h. El webinar tendrá lugar por la tarde, a las 19,00 h. Lanzar mi primer infoproducto me ha aportado tanto que no puedo dejar de animarte a que lo intentes. ¿Te veré allí?

 

 

8 comentarios

  1. Eres lo más Susana, genial como siempre 😉 Yo ando liada haciendo fotos nuevas para la web que lo llevo posponiendo meses, el problema es sacar tiempo… Mañana nos vemos en el webinar que me interesa mucho 🙂 Besos!!

  2. El post fantástico y eso que yo no tengo web (todavía) y al webinar me apunto ahora mismo que no me lo quiero perder porque hacer un ebook era la primera cosa que quería hacer junto con mi web. Vamos, que hoy me has caído del cielo. Muchas gracias!

  3. La inutilidad de un bolsillo de pijama y tus señores de Cuenca me impiden despegarme de la pantalla mientras te leo! Eres genial, tu ebook genial y ojalá saques más infoproductos!
    Me ha gustado mucho esta recopilación de tareas por hacer cuando nuestro proyecto avanza. En mi caso ya renové las fotos, el sobre mi lo he actualizado varias veces… me falta automatizar y redefinir servicios. Esto último se está convirtiendo en una tarea titanica! Ojalá pronto pueda zanjarla de una vez! Un abrazo enorme

  4. La primera vez que llegué a tu blog, quedé enganchadísima. Esto fue en las vacaciones de verano, justo en el post tuttifrutti.

    Tú eres uno de los claros ejemplos de que hablar desde la autenticidad y la esencia es un acierto doble. Te admiro Muchísimo Susana.
    Tengo 22 años, venía con el chip seco de seguir patrones para alcanzar metas, olvidando que internet es una sobre saturación de información y que si quieres perdurar, debes impactar.

    Mi blog se transformo de una forma abrupta en cuanto a lo visual después de conocerte. Me dije «Al diablo, seré yo y si esto no funciona es que yo estoy en el lugar incorrecto»

    Muchas gracias por transformar a tus lectores y sus vidas. Me declaro fan y además admiradora profunda de tu forma de hacer las cosas. Gracias Susana por ser inspiración. <3

    Att. Gaby

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¡Hola, caracola!

Si es la primera vez que vienes por aquí, me presento: soy Susana, una publicista con una cámara pegada en la mano. Éste es el lugar desde el que comparto todo lo que sé sobre comunicación, marketing y publicidad (y sobre donuts, mi madre, lo divino, lo humano…). Quédate un rato conmigo; ¡las risas están aseguradas!

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