Odio los cambios, sí. Le cojo cariño a las cosas de tal manera que estoy rozando el síndrome de diógenes y una inspección de sanidad la mar de gratuita. No me gusta cortarme el pelo, tirar cosas que sé que no sirven pero que llevan conmigo toda la vida o que terminen las series cuando ya llevan muchas temporadas y me he acostumbrado a ellas. Y además lloro a moco tendido y se me va el presupuesto en pañuelos de papel y rímel waterproof.
Entiendo que algo parecido les debe pasar a algunos con su imagen corporativa: les terminan tomando afecto como a un hijo feo y, claro, ¡cualquiera se deshace de ellos! Todos somos muy sensatos hasta que nos tocan la vena sentimental, el amor es ciego hasta en cuestión de negocios. Por eso hoy te traigo un remedio contra la ceguera sentimental: 6 síntomas de que necesitas rediseñar tu marca.
1// LA PRUEBA DE LA TARJETA.
Cuando entregas tu tarjeta a alguien, ¿sientes la necesidad de decir cosas como «es provisional», «tengo que hacer tarjetas nuevas, pero no he tenido tiempo», «se ha quedado un poco antigua» o cualquier otro tipo de excusa? ¡Bien! Estás ante la prueba inequívoca de que necesitas un cambio de imagen. Te lo estás diciendo a ti mismo a voz en grito y con luces de neón, así que no podrás ignorarlo durante mucho tiempo.
2// ¿HAN EVOLUCIONADO TUS SERVICIOS O PRODUCTOS?
Todos empezamos nuestros negocios con una idea inicial, pero después, con la práctica, tendemos a perfilar nuestros productos y servicios para adaptarlos a las necesidades del mercado que vamos detectando, a nuestro ritmo de vida y a nuestras preferencias. Si tu web, logo, etc., ya no sirven para contar con exactitud lo que haces actualmente, es hora de hacer algunos reajustes.
3// ¿HAN CAMBIADO TUS CLIENTES?
En ocasiones, puede que tus productos o servicios no hayan cambiado, pero sí tus clientes. Os pongo como ejemplo mi propia experiencia: cuando emprendí, pensaba que mis clientes potenciales serían mayoritariamente jóvenes y personas de mediana edad, sin distinción de género, y de ningún sector en concreto. Con el paso de los años, el perfil de mis clientes se ha ido definiendo de otro modo: en su mayoría son mujeres (aunque algunos hombres hay por ahí) de mediana edad que tienen un negocio relacionado con algún trabajo creativo o están a punto de emprender. ¿Qué ha supuesto esto en mi comunicación visual? Una nueva web, un rediseño de logo, una imagen más dulce y el uso del color rosa sin temor a matar de una sobredosis de azúcar o espantar a algún posible cliente.
4// ¿CÓMO TIENES EL BOLSILLO?
Olvídate de sofisticadas fórmulas matemáticas, no hay nada como meter la mano en el bolsillo para saber cómo te van las cosas. Si acabas de sacar una pelusa, tal vez sea bueno que reconsideres un cambio. La imagen no lo es todo, pero influye muchísimo en el modo en que los clientes potenciales se relacionan con los negocios. Una mala identidad visual puede hacer más daño que lo del whatsapp a la sociedad.
5// ¿TE GUSTAN TUS CLIENTES?
No hace falta que te gusten para casarte, me basta con que no quieras pagarles para que se vayan a la competencia. Ojo, que esto no es ninguna exageración de las mías, que hay clientes que lo que te dan en dinero te lo quitan de vida. De esos hemos tenido todos, en mayor o menor medida, pero cuando dejan de ser una excepción en la norma es importante revisar qué imagen estamos proyectando para atraer a ese tipo de clientes.
6// ¿TU IMAGEN TE DIFERENCIA DE LA DE LA COMPETENCIA?
Y ahora llega el tirón de orejas patrocinado por susantorralbo.com: tener un logo parecido al de tu competencia es igual que decirle a tus clientes que tanto da contratar a uno que a otro. Cada vez que un fotógrafo elige como logo el dibujo de una cámara con un corazón en el objetivo, un ángel pierde sus alas. He dicho.
Si te ha saltado la alarma al leer alguno de estos puntos, ya sabes lo que tienes que hacer. ¡Detecta el problema y ve a por él! Por suerte, tiene muy fácil solución.
¡Nos vemos en los comentarios!
18 comentarios
¡Hola Susana! Acabo de descubrirte a través de Instagram y me he enamorado de tu página y de tu blog, qué bonito todo. Tengo una tienda pequeñita y muy coqueta de complementos en Alicante, y creo que me van a venir muy bien tus consejos, así que me quedo. Un abrazo!
¡Hola, Marie! ¡Bienvenida y mucha suerte con tu tienda!
¡El mío es el 4! ¡Pelusas y más pelusas en los bolsillos! Jajajajaja. Genial el post, como siempre
Pues a base de pelusas no vive el hombre, Lourdes. Quizás debas replantearte algunas cosas…
¡Yo me llevo el pleno al 15! Susana, por dios, que tengo todos los síntomas, estoy enferma terminal, ¡socorro!
¿Hay algún médico en la sala? Siempre quise decir esto…
Cuánta razón! La subjetividad no nos deja darnos cuenta de las cosas muchas veces y nos empeñamos en algo que quizás no es lo mejor, pero como ya le tenemos cariño y estamos acostumbrados a verlo, cuesta cambiar. Me ha encantado la comparación del hijo feo, es que es así.
Síiiii, y a ver quién reconoce que su hijo es feo, jajajaja.
Sé que esto ya no se puede decir, pero muero de amor con tus posts!!! <3
Jajajajajaja, ¡me lo puedes decir cuando quieras!
Soy hombre y me encanta tu web, creo que estoy dentro de tu nicho de mercado… de hecho hemos trabajado juntos… Ahora me planteo… Soy un un hombre un poco raro? Que hago yo en medio de todas las cosas que les gusta a las mujeres?
Por otro lado me encanta tu post… La uno me ha identificado un montón de veces hasta que di contigo. Sigo enamorado de mi marca… Pero ahora mas… Si me ciega el amor… Por favor, que alguien me de un par de tortas
Gracias por estas maravillas escritas Susana
¡Eso es porque tienes muy buen gusto, Miguel Ángel! Tus fotos hablan de ello 😉
Tienes todita la razón. Por eso hace algo más de 1 mes di un giro a todo lo que me representaba y, por cierto, mis tarjetas están a puntito de llegar. ¡Más lindas! Sí, mea culpa… ¡Estoy ciega de amor!
Besitos
¡Enhorabuena, Laura! ¡Y viva el amor!
Jajaajaja, me encanta el 6!!! 😀
Porque es cierto y lo sabes (insertar aquí dedo acusador de Julio Iglesias).
Ha sido empezar a leer el post y ya cumplo el primero!!! Casi desde el principio que abrí el blog, ya sabia que no me definía, así que ya estoy en ello.
Muchas gracias por tus consejos, me gusta n y me quedo contigo. Un saludo
Jajajaja, es que la prueba de la tarjeta es la más dura de todas… ¡yo no lo pasé durante algún tiempo! Lo importante es que todo es mejorable con el tiempo, así que seguro que llegará el día en que tengas una imagen que sí te represente.