Estamos obsesionados con Instagram.
Ese es el titular principal. Nada que no sospecharas, ¿verdad? Pero deja que lo desarrolle porque igual te sorprende lo que voy a decirte.
Que te preocupe Instagram, si se trata de tu principal canal de comunicación, es perfectamente comprensible. Y más, teniendo en cuenta que esta app, precisamente no nos pone las cosas fáciles y a veces es más sencillo desentrañar el misterio de las pirámides que el del algoritmo.
Hasta ahí todo normal, escúchame aquí para saber dónde y cuándo empiezan los problemas.
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