Quiero hacer un alto en el camino. Para mañana he preparado un post estupendo sobre branding, pero hoy necesito desviarme un poco de la temática habitual de este blog y escribir sobre algo delicado. Y es que las redes sociales se nos han ido de las manos, para bien y para mal. Bien usadas son una herramienta excelente. El problema es que no siempre sabemos usarlas o no somos del todo conscientes de la repercusión que tienen nuestras palabras una vez lanzadas a esa inmensidad anónima llamada Internet. Sé que, al leer esto, muchos tendréis en mente algunos casos que nos han impactado a todos en los últimos días. Sin embargo, no quiero centrarme en eso. No podría. Yo misma he pecado de bocachanclas al menos en una ocasión, he juzgado a la ligera sin tener todos los datos en la mano y me he equivocado. Esto es más bien una reflexión en voz alta, desde el mea culpa y sin juzgar a nadie, en uno de esos días en los que entran ganas de renegar de las tecnologías, ponerse una venda en los ojos y un tapón en la boca.
Relax, keep calm, take it easy y toda la pesca. Necesitamos tomar más el aire y tener el móvil más lejos. Necesitamos pensar más cosas positivas y escribir menos líneas negativas. Yo empiezo ahora mismo…
2 comentarios
Hola Susana, no se exactamente a que te refieres pero aun así estoy 100% de acuerdo con tu reflexión. Se nos (y se me) está yendo de las manos. Yo incluso noto que tengo ansiedad por ellas y mi móvil. Así que dicho esto, te mando un abrazo y guardo mi cacharro! Mañana te leo!
¡Hola, Valentina! Haces bien, hay que descansar del móvil y de las redes un poco. Cuando pienso en que hace unos año vivíamos tan felices sin depender de ellos, me parece ciencia ficción. Ahora nos llevamos el móvil incluso al cuarto de baño…