
Verás…
Nadie vive del aire. Todas las personas necesitan alimento, abrigo, cobijo… Nada nuevo, ¿verdad? Pero a veces parece que se nos olvida. Parece que, como marcas, tenemos que pedir permiso y perdón por vender, es decir, por intentar vivir de nuestros negocios, por conseguir con nuestro trabajo el dinero que nos permite sustentar nuestras vidas.
Nos da apuro vender, por si cansamos, por si caemos mal, por si causamos rechazo.
¡Pues menudo papelón! Te cuento mi reflexión sobre pedir perdón y permiso por vender, aquí:
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