Querida amiga, hablemos de lo gratis. Hablemos de lo que sucede cuando nos dan y cuando damos algo gratis. Pero, sobre todo, hablemos de la respuesta a esta pregunta: ¿valoramos, de verdad, aquello por lo que no pagamos?
Hoy quiero detenerme en esta cuestión porque todas, a menudo, damos cosas gratis en nuestros negocios (una muestra, un descargable, una clase, una sesión…). Hoy en día estamos inundadas de recursos gratuitos de todo tipo (¡este podcast, en sí mismo, también lo es!). Y parece que, de algún modo, lo hemos normalizado. Hemos convertido en una norma, en algo nada reseñable, que alguien dé algo de forma gratuita. Así que merece la pena preguntarse: ¿valoramos aquello que se nos da gratis?
Venga, va, empiezo yo: en mi opinión, no. Y al decir esto, me avala una larguísima trayectoria en el complicado arte de regalar, jajajaja.
En más de una ocasión, te he contado que todos tenemos un talón de Aquiles a nivel personal que arrastramos hasta nuestros negocios. El mío es la generosidad. Pensarás, quizás, que eso no es una debilidad, sino una cualidad maravillosa. ¡Y lo es! Ser generosa con las personas a las que quiero y me rodean es mi lenguaje de amor.
El problema llega cuando eres generosa en exceso con todo el mundo. Y cuando llevas esto a tu negocio. Si quieres escuchar mi reflexión de (ex) hormiga frita, puedes hacerlo aquí.
Si lo tuyo es leer más que escuchar, inscríbete en mi newsletter «Hay un oso panda en mi ensalada» para que te llegue cada episodio en formato texto. Y sí, al inscribirte, también descubrirás por qué mi newsletter se llama así 😉.