He hecho deporte desde que nació mi hija, durante los últimos 5 años.
Es un periodo de tiempo considerable, así que seguro que has pensado que llevo ya bastante tiempo estando súper en forma. ¡Pero la verdad es que no! Me ha faltado un matiz importante en la primera frase: “he hecho deporte durante los últimos 5 años… de manera intermitente”.
Lo hacía durante periodos de 1 mes, o de 2… y después venía la vida cual tsunami arrasando con todo, con sus vorágines de trabajo, y mis buenos hábitos saltaban por los aires. A veces estaba un par de meses sin hacer nada, antes de retomar. Otras 6 meses… Ha habido de todo.
Una vez me acordé de que me había hecho una foto antes de empezar a entrenar para tener un punto de referencia con el que compararme e ir viendo mi progreso físico. Habían pasado 3 años desde entonces, así que pensé que si me hacía una nueva foto y la comparaba con la anterior, ¡iba a alucinar con el cambio! Me la hice, corrí a comparar mi antes y mi después y… sí que aluciné: aluciné comprobando que estaba milimétricamente igual que 3 años atrás.
Bueno, vamos a entrecomillar lo de “milimétricamente igual” porque seguramente estaba algo más saludable y con más fuerza que 3 años antes.
Es decir, haber entrenado aunque fuera de forma inconstante seguro que me había aportado más beneficios que si me hubiera quedado quieta.
Peeeero, si te soy sincera, yo seguía sin poder hacer flexiones estirada completamente, es decir, sin ponerme de rodillas, porque mis bracitos no aguantaban el peso de mi pequeño cuerpo.
(¡Lo externo, en realidad, era lo de menos! Pero no pude evitar ese momento de flipada máxima esperando ver en la foto una serie de músculos que antes no se apreciaban).
Por razones que ya he ido contando en otros episodios y en Instagram, este año sí he sido constante con mis entrenamientos durante varios meses seguidos.
Y ya no me hacen falta fotos para apreciar los resultados. Soy capaz de dar el do de pecho con las flexiones y muchas otras cosas que antes no podía hacer. Además, al otro lado del espejo veo unos hombros de Hulk 💪💚 que no estaban hace unos meses.
El cambio es muy evidente por dentro, por fuera, para mí y para los demás.
¿Por qué te cuento esto? Porque en los negocios pasa exactamente lo mismo. De poco te sirve un trimestre maravilloso si después no viene otro y otro y otro… Es en el largo plazo como se construyen las marcas y su sostenibilidad.
Sigue escuchando el episodio, te cuento cómo se traslada este ejemplo a Instagram y cómo puede ayudarte a mantener la constancia (te lo dice alguien que lo tiene como su talón de Aquiles)
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