¿La Inteligencia Artificial puede salvar tu contenido?

Querida amiga, hablemos de la Inteligencia Artificial. Pero, sobre todo, hablemos de si estamos usando bien la Inteligencia Artificial en lo que respecta a crear contenido.

Hace unos días, alguien me pidió que le recomendara alguna formación sobre Inteligencia Artificial. Cuando le pedí más datos para saber exactamente en qué la necesitaba y qué podía recomendarle, me explicó que últimamente se sentía un poco frustrada con su contenido y quería probar con la IA para ver si así la situación mejoraba.

Me empezaron a sonar todas las alarmas.

La de los bomberos, la de la policía, la de la ambulancia, el despertador, el detector de humos… Y, sobre todo, el detector de “camino equivocado”. Se encendió un GPS dentro de mí que repetía una y otra vez “vuelva al inicio de la ruta”.

Y es que siento que nos estamos equivocando de camino. Nos estamos equivocando mucho.

Queremos poner un parche sobre una herida abierta. Y esto no va a hacer que la herida se cierre, solo va a hacer que estés muy entretenida eligiendo el parche y averiguando cómo se pega.

Y el problema no es el parche, es que seguimos caminando con la herida abierta.

Verás, cuando un contenido no funciona, casi siempre es porque no hemos encontrado la manera de contar nuestro mensaje de un modo que cale de verdad. Y en la mayoría de los casos notamos una gran diferencia cuando mejoramos nuestras habilidades creativas y de storytelling. Es decir, cuando invertimos en potenciar las habilidades de comunicación más humanas e insustituibles que existen.

¿Esto significa que no usemos la IA? No. Lo que quiero decirte es que invertir en IA es un paso que tiene que ir después de invertir en ti misma, en mejorar tus habilidades estratégicas, creativas y de storytelling.

La IA es una ayuda, un acelerador, una herramienta a la que tienes que saber dirigir. Al igual que inviertes en Lightroom para editar tus fotos o en un programa para editar vídeos, la IA es una herramienta más. Muy lista y muy potente, eso sí, pero una herramienta a tu servicio y bajo tus órdenes.

Sin la dirección de alguien que sabe lo que hace, la IA te va a generar un contenido tan plano que estarás en peor situación que cuando lo hacías tú misma.

Si no inviertes tiempo no en aprender IA, sino en desarrollar tu propio criterio, ¿cómo te vas a dar cuenta de si la IA te está creando un contenido que no conecta ni te diferencia ni te sirve para absolutamente nada más que para cumplir con un calendario, para tachar una tarea de la agenda, para lanzar un mensaje más a las redes que no importa a nadie?

Siento si esto suena duro, pero es lo que le diría a una amiga cercana, a mi hermana, y a cualquier persona que me importe.

Si quiero que la IA me ayude de verdad en vez de generarme el mismo contenido que a mi prima Mari Carmen y a mi vecina del quinto, debo convertirme en una buena directora de orquesta. Debo entender de estrategia, creatividad y storytelling para dar las órdenes adecuadas a la IA.

ChatGPT me va a dar lo que yo le pida, claro.

Pero no puede darme aquello que yo no sé que existe. Porque si no sé que existe, no se lo puedo pedir. Por eso es tan importante que antes de invertir en IA inviertas en ti.

¿Quiere decir esto que la IA no puede ayudarte con tu contenido? Por supuesto que te puede ayudar, pero si quieres seguir sonando como tú, como una humana que siente, sueña, vive, lucha, disfruta y emociona a los demás, no uses la IA para sustituirte, úsala para agilizarte.

¿Qué usos, entonces, le daría a la IA a día de hoy para crear contenido en Instagram?

En primer lugar, la usaría como sparring, como alguien con quien comentar tus ideas para ver qué te dice de vuelta, de modo que en el transcurso de la conversación vayas aclarándote, perfilando tus ideas, explorando nuevos caminos…

Algo que nos suele pasar cuando emprendemos y empezamos a trabajar en solitario, es que no sacamos las ideas de nuestra cabeza. Es decir, no las verbalizamos y, por tanto, no las concretamos del todo. Se quedan en la nebulosa de nuestros pensamientos y así es mucho más difícil aclararse y llevarlas a la práctica.

En uno de mis cursos (creo recordar que es Ohlala) cuento que la conversación es una herramienta creativa poderosísima. En el intercambio de ideas, en la exposición de las ideas propias, en el ver cómo reacciona el otro, qué preguntas hace, qué opinión tiene… es donde aparecen nuevos caminos o donde terminan de tomar forma los que ya estamos vislumbrando.

Si no tienes un círculo familiar, de amigas, de otras emprendedoras… con quienes poder hacer esto frecuentemente, ChatGPT, es, desde luego, un buen sparring para hablar de tus ideas. Ojo, ¡no para pensarlas por ti! (¡Tú eres insustituible!).

Sino para devolverte la pelota cada vez que la lances de modo que siempre esté en movimiento, que tu idea se vaya perfilando cada vez más.

En este sentido, también te puede ayudar a encontrar nuevas conexiones. A veces tienes un par de ideas rondándote la cabeza, pero no sabes bien cómo hilarlas. Si le pides a ChatGPT que te ayude a hilar dos ideas para un post, puedes encontrar propuestas que dispararen tu creatividad.

Incluso puedes contarle que quieres hacer un post sobre x tema pero que no quieres caer en lo previsible y contarle cómo aborda todo el mundo ese tema, de modo que te ayude a pensar enfoques diferentes. No es que te vayas a quedar con sus propuestas porque tal vez no te encaje ninguna tal cual, pero te puede abrir puertas que te lleven a lugares nuevos.

¿Qué sucede? Que solo si has invertido en ti, en ser una buena “directora de orquesta”, podrás darle forma a estas propuestas (o pedir ayuda a la IA para que le de forma) de una manera genuina, diferenciadora y humana. De un modo que no te condene a la zona de gris.

En segundo lugar, no usaría la IA para escribir textos completos desde cero (porque queremos que tu contenido siga siendo muy tú), pero sí para que te complete una frase cuando te atascas, para que te ayude a encontrar una palabra que define mejor lo que quieres decir, para que, partiendo de un borrador, te muestre otras opciones para alguna frase, por si te resuena más…

También te puede ayudar a organizar los guiones de tus vídeos. Es decir, si puntualmente hay una parte de un vídeo en la que no sabes qué mostrar, qué hacer, dónde grabarla… y le das el texto, te puede dar ideas para esa parte. ¿Puede hacerlo para el vídeo entero? Sí, también.

Peeeero… a mí aún no me ha dado nada que me convenza y que no termine modificando tanto que no se parezca en nada a la propuesta inicial (y sinceramente, no merece la pena malgastar los recursos de agua del planeta en esto). Para mi gusto, las ideas que arroja en este sentido, por muy buena “directora de orquesta” que seas y por muy bien que hayas educado a tu chatbot, siguen siendo bastante planas. ¡Y aquí no queremos planicies!

Queremos relieves bien bonitos y emocionales para conectar de verdad.

Otro uso que le daría a la IA es el de organizar y priorizar ideas. Cuando tienes mil ideas para contenidos varios y no sabes por dónde empezar, puedes pedirle que las agrupe por categorías (captación, posicionamiento, conexión, venta), que te proponga una secuencia lógica o que te sugiera cuál lanzar primero según tu objetivo. Pero, de nuevo, si no tienes conocimientos estratégicos, no podrás sacarle mucho partido a esto.

Hay más usos posibles, pero creo que ya entiendes por dónde voy. La IA puede ser un acelerador, un destornillador, un taladro… Pero no el alma de tu contenido. No dejes que lo que nació para asistirte se convierta en lo que te apague.

Si tu mensaje no está llegando, la IA no lo puede solucionar. Pero tú sí. Porque tú eres el corazón que late detrás de tu mensaje. Y ningún parche (por muy brillante, tecnológico y novedoso que sea) puede cerrar una herida que solo sana con verdad.

Repito: tú eres el corazón que late detrás de tu mensaje. Y cuando apuestas por ti antes que por una herramienta, lo que creas no solo se nota: se siente.

Una vez más: tú eres el corazón que late detrás de tu mensaje. Y no hay GPS más potente que una voz que sabe hacia dónde va.

Recuerda que también tienes la opción de escuchar estos episodios en mi podcast en vez de leerlos. ¡De hecho, te lo recomiendo porque la experiencia es mucho más potente!

 

Si quieres estar al día cuando haya episodios nuevos, inscríbete en mi newsletter «Hay un oso panda en mi ensalada». Al inscribirte, descubrirás por qué se llama así 😉. Y tendrás acceso a una montaña de consejos e información extra que no encontrarás aquí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

susana_torralbo_baja-106

¡Hola, caracola!

Si es la primera vez que vienes por aquí, me presento: soy Susana, una publicista con una cámara pegada en la mano. Éste es el lugar desde el que comparto todo lo que sé sobre comunicación, marketing y publicidad (y sobre donuts, mi madre, lo divino, lo humano…). Quédate un rato conmigo; ¡las risas están aseguradas!

Suscríbete

Y consigue mi guía gratuita para aumentar tu audiencia en Instagram y convertir seguidores en clientes.

Categorías

Vente a mi escuela comunicación y marketing online y aprende sobre Instagram, storytelling, lanzamientos… con los cursos más completos y cuidados que hayas visto jamás.

¿Conoces mi curso Up & Roll?

Es el único curso en castellano que aborda el proceso completo en Instagram de principio a fin. Branding, fotografía, redacción de textos, estrategias de crecimiento…