Una pareja de guapos, vestidos como en el día de su boda, pero sin los nervios ni el estrés de esos momentos, más un pueblecito de playa con el encanto de Tossa de Mar sólo podía tener buenos resultados. Con esta sesión disfruté muchísimo y fundí tropecientas tarjetas porque no era capaz de parar de hacer fotos, ¡era todo tan bonito!
Marta y Lucas, mil gracias por confiar en mí para un día único y por transmitirme de esa forma tan cariñosa lo mucho que os han gustado las fotos. Siempre lo digo y no me canso: lo mejor de este trabajo no son las fotos, no es la parte artística, no es la cámara; lo mejor es la gente.
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Cuando se trata de hacer postbodas, ¿qué sitios crees que son los más adecuados? ¿Te parece acertado hacer un reportaje más testimonial el día de la boda y poco después para hacer un nuevo reportaje más centrado en los novios?
