Este post es para ti. Sí, sí, para ti. Quiero que lo tengas muy presente antes de que sientas ganas de huir como alma que lleva el diablo. Porque voy a hablarte de Snapchat y sé que es muy probable que pienses que esto no te interesa porque es para críos de 15 años. ¡Ay, alma cándida! Cuánto error cabe en ese cuerpo… Los cuarenta son los nuevos 30, los 30 son los nuevo 20 y Snapchat es el nuevo Instagram. Quiero decir que es la nueva red de moda. Que estés a dos telediarios de tener que usar gafas de cerca no te va a librar de Snapchat. Aunque seas coetáneo del mismísimo Naranjito, más antiguo que el timbre de una pirámide y para ti el arte rupestre sea arte a secas, si quieres estar en contacto con tu público, vas a tener que usar Snapchat. (A no ser que vivas al margen del espacio-tiempo y te llames Jordi Hurtado).
Estamos continuamente buscando nuevas formas de comunicarnos y relacionarnos con nuestro público. Pero nos asusta aprender a desenvolvernos en un medio nuevo y creo que esto es lo que sucede a muchos con Snapchat. Aún así, cuanto más conozco esta red, más convencida estoy de que es una herramienta de marketing poderosa y lo será cada vez más en el futuro. Ya la usan 200 millones de personas y la cifra crece y crece cada día. Dentro de poco, ya no servirán de nada excusas como «Mi público objetivo no está utilizando Snapchat» porque estará hasta tu madre. Los expertos auguran que, en los próximos 24 meses, esta plataforma va a tener un crecimiento espectacular en un público de edad comprendida entre los 30 y los 50 años. Adiós acné, hola patas de gallo. Si la Casa Blanca o General Electric ya están snapchateando… ¿a qué esperas para empezar?
Pero, más que convencerte de que te lances con Snapchat sin más, lo que quiero es darte unas pautas para que sepas cómo exprimir su potencial a la hora de promocionar tu marca. Se trata de que lo uses con acierto y que arrases. Que te conviertas en una blackandecker con percutor y todos los extras.
Cada red social tiene unas reglas del juego diferentes, un mecanismo comunicativo único. En Snapchat, la narración es la base. Cada foto o video que compartes se almacena durante 24 horas formando una historia. ¿Qué más podemos pedir en estos días en los que el storytelling está tan de moda? En cuanto aprenda a planchar y a poner el lavavajillas, le pido matrimonio. Palabrita. ¿Pero qué cosas debemos tener en cuenta a la hora de crear esas historias?
- Cada elemento que compartimos en Snapchat debe tener entidad por sí mismo, pero, a la vez, debe formar parte de un mensaje conjunto coherente (como Michael Jackson y los Jackson 5). Es decir, debe ayudarnos a contar una historia junto con el resto de elementos. Pueden ser vídeos, imágenes, dibujos, textos, emoticonos o una combinación de todos estos.
- Tradicionalmente, las historias tienen siempre un principio, un nudo y un desenlace. En Snapchat también debe ser así. Cuanto más consistente sea nuestra historia, más éxito tendrá. Esto no significa que tengamos que inventar algo, crearlo de la nada o perder la espontaneidad. Puedes mostrar lo que está sucediendo en un determinado momento, pero intenta estructurarlo bien, poner en antecedentes a tu público, hacerlo de forma narrativa, con un principio y un final además del nudo. Estas historias pueden contar tu día a día, un acontecimiento puntual o cualquier cosa que necesites y te interese destacar.
- Del mismo modo que no debemos perder la espontaneidad, tampoco tenemos por qué renunciar a la planificación y la estrategia. Aunque la grabación y emisión sea en vivo, la búsqueda de ideas, planificación de las historias, etc. puede hacerse con antelación. De hecho, los Snapchatters más profesionales suelen dedicar bastante tiempo a la elaboración de historias interesantes. Lo ideal es siempre encontrar un equilibrio entre lo espontáneo y lo estratégico, entre lo improvisado y lo planificado. Es como saltar en bolas a un campo de fútbol, pero habiéndote depilado antes.
- Tu móvil es como una puerta astral. Puede parecer que le hablas a la nada, pero detrás se esconde una ristra de personas más larga que la infancia del Chavo del 8. Realmente Snapchat es una de las mejores herramientas que existen para crear comunidad. Para ello, lo ideal es elaborar contenido interactivo, incorporar llamadas a la acción o preguntas (aunque no estés vendiendo nada ni puedas incluir un link), simplemente para interesarte por la opinión de aquellos que te están viendo y para hacerlos partícipes de tus historias.
Si después de todo lo que te he contado, aún estás poniendo excusas para no usar Snapchat, tienes suerte de que no pueda sacar la mano por la pantalla y arrastrarte por la colinas de Mordor. Que tu casa no va a ser menos que la de Obama. Y pase lo del caviar y los millones. Pase lo del colchón de viscoelástica y las vacaciones en las Maldivas. Pero Snapchat no. Eso sí que no. Si ellos lo usan, nosotros también. Hombre ya.
Y para terminar de convencerte y demostrarte que la vergüenza tampoco es excusa, he grabado un video (con mi acento, mis erres y mis rubores) en el que te explico cómo se usa.
¡Hasta la semana que viene!
13 comentarios
Eres una crack!! Cómo te lo curras, Susana. Muchas gracias!!!!!
¡Gracias a ti por estar siempre aquí como un clavo los miércoles! ¡Muac!
Ay que me da! Ya quisiera yo vivir al margen del tiempo a lo Jordi Hurtado, pero no, las gafas de cerca ya son rutina para mí. Aún así después de leerte pienso probar Snapchat cuando antes. Eres muy top!
¡Allí te quiero ver! ya me contarás qué tal la experiencia…
Qué grande eres! Yo me hice un snapchá de esos hace unos meses pero como no sabía usarlo ahí se quedo jeje. Habrá que darle caña a lo del fantasmita, OMG! Otra red social más??
Jajajaja, ¡esperemos que no salga ninguna más en una buena temporada!
Qué buen rato paso siempre leyendo tus post Susana!!
Pues eso.. Que me voy a abrir una cuenta en snapchat hoy mismo. Si me lo dice la Torralbo yo voy de cabeza!
A ver cómo enfoco yo esto a mis expatriados y mi coaching.. Complicado
Jajajajaja, ¡allí te quiero ver! Los expatriados os podéis dar mucho apoyo y calorcito virtual por Snapchat. Creo que va mucho con tu proyecto, en serio.
Uffff Susana! No es el primer artículo que leo sobre el poder de esta red social, y te confieso que soy un poco reacia a apuntarme. No por nada, pero siento que entre tantas redes sociales, me agobio un montón, no se si a ti te pasa!
De todas formas, tus argumentos me convencen bastante, así que seguramente acabaré cayendo yo también!
El video todavía no lo he podido ver que estoy en la ofi, pero en cuanto pueda lo miro y te diré… seguro que es genial, con todas tus erres y acento andaluz!
Un abrazo!!!!
¡Hola, Valentina! A mí me pasa igual. Si me he animado con Snapchat es porque es muy espontánea, muy de hacer algo en el momento. Pero tiene un potencial enorme y estoy segura de que en breve será de uso «obligado» como Instagram o Facebook. ¡Un beso!
A mí me encanta, intento usarlo siempre que puedo, aunque a veces me cuesta bastante sacar el móvil solo para enseñar algo.
Un besito guapa 🙂
¡Normal! vivir las cosas es más importante que contarlas. Pero si surge la ocasión de que se puedan hacer las dos cosas, Snapchat es una buena herramienta. ¡Un beso!