Las primeras veces que oí las siglas SEO me sonaron a chino, mi cerebro dio varias vueltas de campana con triple salto mortal y hasta me salió urticaria.
Con el tiempo me fui familiarizando y hemos terminado saliendo juntas a pasear de la mano. Pero fue un camino largo, sobre todo hasta que me libré del prejuicio de que se trataba de algo complicado, sólo apto para informáticos. ¡Pero nada más lejos de la realidad!
Las estrategias SEO no son más que un conjunto de trucos que, en su mayoría, vistos uno a uno son bastante simples y fáciles de aplicar. No hay que dejarse abrumar por la cantidad de cosas que hay que tener en cuenta. Es mucho más fácil ir entendiéndolas y comenzar a ponerlas en práctica una a una. Hoy empiezo con uno de los trucos más desconocidos y a la vez más simples.
Si os fijáis en la mayoría de blogs y webs el componente visual es altamente importante. Están llenos de fotos, carteles, gráficos… ¡Y es que nada entra mejor ni llama tanto la atención que una buena imagen! Si tenéis un blog o una web, seguro que podéis recrear mentalmente los pasos que dais para insertar una imagen: pulsáis sobre el botón de añadir imagen (o similar), la buscáis en vuestro equipo, la seleccionáis y finalmente le dais al botón «añadir» (o similar). ¡Error! La imagen se subirá con cualquier nombre, como, por ejemplo, DSC_2678, y, aunque el nombre no parezca importante porque no aparece, os puedo asegurar que para Google es fundamental.
Las imágenes deben ser nombradas con las palabras claves por las que queréis que aparezcan a los usuarios que realizan una búsqueda. Por ejemplo, si estáis escribiendo una entrada sobre camisas de seda en vuestro blog, insertar una imagen que se llama «prueba1» o «IMG_4567» no os va a servir de gran ayuda. Sin embargo, si la nombráis como «seda» o «camisa» habréis escalado muchos peldaños en las empinadas escaleras de los resultados de búsqueda. Hay que saber elegir bien los nombres, ya que si son demasiado largos, esto no funciona tan bien. No puedes poner «camisa_de_seda_hecha_a_mano_moda_original». Tienes que pensar en una o dos palabras claves máximo, las que creas que son las más representativas. ¡Ah, y cuidado con los caracteres extraños, huye de ellos! Cuando veas un signo de porcentaje, exclamación y otros similares en mitad del nombre de una imagen, corre como si te fuera la vida en ello, huye como alma que lleva el diablo.
Pero vayamos un pasito más allá: si alrededor de la imagen hay texto (encima, debajo o al lado) y colocas alguna palabra clave dentro del texto que esté relacionada con la imagen, ¡también la posicionas mejor!
¿Has visto qué fácil? En el próximo post, avanzaremos un poco más en el campo de las estrategias SEO para imágenes, pero por hoy lo dejo aquí para que no os saturéis ni os salga urticaria u otros males terribles.
Como complemento de este post y del próximo, estoy preparando para enviar con mi newsletter una hoja de ruta para que podáis definir cuáles son las mejores palabras claves a elegir en cada caso. Porque de nada sirve aprender todo esto si no sabemos elegir las palabras adecuadas. ¡Es como la vida misma!
¡Hasta la semana que viene!
