Reputación online para autónomos

La semana pasada tuve una mala experiencia. Navegando por la red me encontré con la sorpresa de que alguien había publicado en su página web una cita textual aparentemente mía, con foto incluida, para que no cupiera la menor duda de que esa Susana Torralbo era yo. Pero lo cierto es que yo no había escrito ese texto, no había autorizado su publicación en mi nombre y en ningún momento los responsables de esa web se habían puesto en contacto conmigo para informarme de ello.

El contenido no era especialmente grave, no confesaba ningún asesinato ni las coordenadas del escondite secreto de un cofre del tesoro, pero tampoco me beneficiaba porque no se correspondía con la realidad de mi marca personal ni con mi actual situación profesional, así que les escribí exponiendo mis quejas y solicité que lo retiraran.

Y después me quedé dándole vueltas al asunto durante varios días porque creo que hasta ese momento no fui realmente consciente de lo importante que es la reputación online para un autónomo. Cuando estudiaba en la facultad, allá por el año 0, tenía una asignatura que me encantaba sobre Gabinetes de crisis, es decir, sobre cómo las grandes marcas deben gestionar las crisis que dañan seriamente su imagen. Obviamente, estas marcas tienen que poner muchísima atención en cuidar esa imagen, pero ¿qué pasa con los autónomos? Su marca personal y su marca corporativa están íntimamente ligadas, así que cualquier referencia personal lanzada online puede tener repercusiones en su marca, en su trabajo y, en consecuencia, en sus ingresos.

Por eso he rescatado todo lo que aprendí en la carrera y durante los 10 años que pasé trabajando en una agencia para grandes marcas y lo he trasladado al ámbito de los emprendedores, los autónomos y las pequeñas empresas. El resultado es éste: los 6 factores claves para velar por tu reputación online:

1. Comunica. Aunque en parte dependa de las opiniones que lancen otros, tener una buena reputación online comienza por ti. Las redes sociales y los blogs son espacios perfectos para comunicarte con tu público y ofrecer contenidos que generen una opinión positiva.

2. Interactúa. Es muy importante tener en cuenta los comentarios de la gente que te sigue y responder con frecuencia. De nada sirve lanzar información si no generas un feedback continuo.

3. Define bien tu parcela de intimidad. Las redes sociales son maravillosas para muchas cosas, pero también son como esas vecinas que te observan tras la mirilla de sus puertas cada vez que sales y entras. Por eso hay que tener cuidado, no sólo con lo que tú publicas, sino con lo que publican tus contactos. Debes evitar que puedan etiquetarte en fotos desafortunadas, participar en comentarios polémicos, que se publiquen informaciones contradictorias con la imagen que quieres proyectar, etc.

Hablando de esto, no puedo dejar de acordarme de uno de los casos más sonados en nuestro país, el del directivo de Coca Cola España, que tras publicar un comentario muy polémico en su perfil personal de Twitter fue despedido porque la marca consideraba que había dañado su imagen. Insisto en que lo había hecho en su perfil personal y no en el corporativo para que veáis cómo pueden entremezclarse ambas parcelas y depender una de la otra.

4. Monitoriza. Cuidar nuestra reputación online implica estar atentos a lo que otros publican sobre nosotros, nuestros trabajo, nuestros servicios, etc. En mi caso, bastó con un simple rastreo en Google para detectar el problemilla, pero existen herramientas cada vez más depuradas para ello, capaces de encontrar menciones en blogs, webs y redes sociales a la vez.

5. Adelántate a las críticas. ¿Has metido la pata? ¿Has lanzado un producto que va mal? ¿Quizás te estás retrasando en los plazos de entrega de un servicio? Sé el primero en comunicarlo y en ofrecer una explicación. La comunicación debe estar siempre bajo tu control. No dejes que sea otro quien hable en primer lugar de algo que puede afectar seriamente a tu imagen.

6. Aprende a manejar las críticas. A nadie le gustan las críticas, pero existen y hay que aceptarlas. Lo importante es saber responder en su justa medida, sin darles más importancia de la que tienen pero sin dejar de tenerlas en cuenta, aunque sea para llevar a cabo acciones indirectas, como la generación de contenido positivo. Y si antes recordaba el caso de Coca Cola, ahora me resulta inevitable no pensar en el caso de un famoso fotógrafo español que cada vez que recibe una crítica escribe enormes parrafadas en redes sociales comentando lo poco que le importan esas críticas. Paradójico, ¿verdad? La impresión que da es justo la contraria. Hace que se le vea como una persona insegura y está centrando toda su atención en algo absurdo en lugar de dirigir el foco hacia la promoción de su trabajo como fotógrafo. Es justo lo que NO RECOMIENDO.

Estoy convencida de que el adecuado manejo de la reputación online será una parcela a tener cada vez más en cuenta ahora que las redes sociales colonizan nuestras vidas. Me pregunto cómo manejarán este tema las generaciones futuras, aquellos que han nacido cuando ya existían las redes sociales y de los que, por tanto, se podrá hacer un seguimiento online desde el mismo día de su nacimiento. ¿Qué pensáis al respecto? ¿Creéis que serán más conscientes y sabrán preservar mejor su intimidad? ¿Pensáis que el concepto de intimidad tal y como lo entendemos hoy en día cambiará por completo?

Aprovecho el final de este post para hablaros de otra cosa completamente diferente.

Este ha sido un año duro. Ha estado lleno de satisfacciones laborales y personales, pero arrancar este proyecto y mantener la constancia de dos posts semanales implica robar muchas horas a mi vida personal. Ahora que todos tenemos puesta la mente en las vacaciones creo que ha llegado el momento de bajar el ritmo. Por ello, a partir de este momento y hasta el 2 de septiembre publicaré un sólo post a la semana. Además de para tomarme un pequeño descanso, necesito este tiempo para desarrollar todas las novedades que quiero poner en marcha a partir de septiembre. Porque no sólo volveré, sino que lo haré con más fuerza, más ganas y cargada de sorpresas.

¡Ya es verano! ¡Toca disfrutarlo!

(La semana que viene sólo publicaré el post de fotografía, así que a los del área de comunicación volveré a veros en 2 semanitas. ¡Un beso!).