Cómo irte de vacaciones sin echar el cierre

Es verano y necesitas unas vacaciones. Tu cuerpo y tu mente llevan semanas lanzándote mensajes. De repente te parece tentador meter la cabeza en el congelador y las fotos de los pies a remojo en Facebook te parecen especialmente hirientes. Que sí, que está muy bien llegar a casa y no tener que dar veinte vueltas para encontrar aparcamiento y que las playas ahora mismo estarán más llenas que Ikea un sábado por la mañana, pero no puedes evitar querer ser uno de esos que instagramean sus pies, sin pedicura mediante, a la orilla del mar, con horizontes torcidos y filtros de Cuéntame cómo pasó.

Asúmelo: no quieres ser cool y disfrutar de la oferta cultural de las ciudades en verano ni lucir tu trágico blanco monitor en el desierto asfáltico. Lo que quieres es hacerte un peeling corporal untándote la protección solar con las manos llenas de arena, pensar que el bikini del año pasado no te queda tan mal (aunque sea mentira)  y que tu única preocupación sea si depilarte hoy o aguantar así hasta mañana. Vamos, lo que vienen siendo unas vacaciones como dios manda.

¡Hazlo!

Hoy en día hay tantas herramientas y aplicaciones que es posible estar ausente unos días sin que se note.

Echar el cierre de forma drástica no es lo más recomendable cuando tu negocio depende en parte de lo que comunicas. Sé que lo más cómodo sería colgar el cartel (aunque sea en versión online) de «cerrado por vacaciones», pero esos silencios virtuales al final se terminan pagando. En verano hay que seguir comunicando, aunque sea de forma más espaciada y con contenidos más frescos y ligeros. Además, cada vez es más fácil hacerlo, sólo es cuestión de planificarte bien y usar algunos truquitos tecnológicos como los que te voy a comentar ahora.

1. Planifícate con antelación. Decide cuanto antes qué días y cuántos quieres irte de vacaciones. No esperes a tener el calor encima y haberte comprometido con trabajos cuyos plazos de entrega son incompatibles con ese kit kat que tanto necesitas. Mi recomendación es que lo hagas tan pronto como empiece la primavera. Así podrás elegir los días que más te convengan: por precios, para poder coincidir con alguien, por disponibilidad, etc. Es más, te diría que apuntaras ahora mismo en el calendario qué día de la primavera que viene vas a dedicar a pensar en tus vacaciones. De este modo, huirás del clásico «ya veré», «ya lo pensaré mañana», «a ver si me pongo»…

2. Ajusta los plazos de entrega. Ya tienes fecha para tus vacaciones y es SAGRADA, así que, a partir de ese momento, todos los proyectos nuevos que te vayan entrando tendrán que acomodarse a esa fecha. Serás capaz de dar plazos realistas y no comprometerte a cosas que resulten incompatibles.

3. Adelanta trabajo. En función de lo que hayas decidido, piensa qué trabajo te tocaría hacer durante ese tiempo que no vas a estar operativo: número de posts, tuits, mensajes de Facebook, contestar posibles emails… ¡Escríbelo todo! Es más, escribe lo que corresponda también a la semana siguiente de volver de vacaciones. La vuelta a la rutina es dura, así que, cuanto más fácil te lo pongas, mejor.

4. Programa. Esta es la parte más tecnológica, la que finalmente operará la magia para que parezca que eres una persona entregada a su trabajo cuando realmente estás echando sangría y mojitos por las orejas. Estos programillas salvarán tus vacaciones. Atención a los básicos del verano:

-La gran mayoría de las plataformas para webs y blogs traen integrada la posibilidad de programar las entradas para que se publiquen el día y a la hora que tú quieras. Como sé que muchos de los que me leéis sois de Blogger, aquí os dejo el enlace para que sepáis cómo se hace.

–HootSuite. Si eres de los que tienen presencia en varias redes sociales, esta aplicación es un básico para ti, ya que te permitirá programar y vincular mensajes en varias redes a la vez. Aunque esta es una de sus funcionalidades más conocidas, tiene otras muchas que, según bolsillos y necesidades, pueden resultar de gran utilidad, por lo que te recomiendo que te pases por su página y veas todas las opciones disponibles.

–Buffer. Quizás su nombre suene menos que el de herramienta anterior, pero te ayudará en el mismo sentido. Es cuestión de que las pruebes y veas cuál te parece más cómoda se usar.

-Si sólo tienes presencia de forma continuada en Facebook, debes saber que desde la misma página puedes programar las publicaciones. Sólo tienes que escribir lo que quieras y, en vez de darle a «publicar», pulsar sobre un botón que hay a la izquierda que es el símbolo de un reloj, elegir fecha y hora, y darle a «programar». Lo puedes ver más claro aquí.

-Para los locos de Twitter, está Tweetdeck, para que puedan programar sus tuits y publicarlos cuando quieras.

-El email es un gran enemigo de las vacaciones. Si lees emails de trabajo, estás perdido. Tu mente se alejará volando de la orilla del mar para situarse exactamente frente al ordenador. Afortunadamente, es posible aplicar filtros y reglas para que los emails se ordenen y clasifiquen solos, y se gereneren autorrespuestas. De este modo, puedes decidir de quién deseas recibir emails durante tus vacaciones (por ejemplo, sólo de tus contactos personales) y dejar que el resto reciba una autorrespuesta y se clasifique en una carpeta aparte que leerás a tu vuelta. Cada servidor de email tiene un funcionamiento distinto, pero en general todos permiten, en mayor o menor medida, hacer este tipo de cosas.

-Si envías newsletters habitualmente, sabrás que también puedes dejarlas programadas para que se envién cuando tú quieras. Yo uso Mailchimp y, de hecho, las programo siempre, no sólo cuando me voy de vacaciones.

–Instagram será tu gran amigo durante las vacaciones. ¿Quién se resiste a fotografiar una puesta de sol o unos caipirinhas bien hechos? Aprovecha esas fotos para mandar saludos  a quienes te siguen desde tu lugar de vacaciones. Si las subes a Instagram, esa misma aplicación te permitirá compartir la imagen en otras redes sociales.

De todas formas, si al relajar la mente te viene la inspiración para algo relacionado con el trabajo, siempre puedes recurrir a:

–Evernote: permite incluir y consultar notas estés donde estés y tenerlas bien organizadas en distintas carpetas. Como su contenido se sincroniza, lo puedes tener instalado en diferentes dispositivos (en tu móvil, tu tablet, tu ordenador…) y siempre lo tendrás actualizado. Además, las notas no tienen por qué ser escritas. Si ves algo que te inspira, simplemente puedes hacer una foto y guadarla bien clasificada en Evernote.

–Blogsy: Los que trabajéis con WordPress y tengáis un Ipad, estáis de suerte porque con Blogsy podéis editar las entradas, dar formato al texto, arrastrar imágenes y vídeos directamente a la entrada del blog desde diversas fuentes, ver una vista previa del resultado, subir las entradas a WordPress, y subir imágenes a Picasa y Flickr.

-En cualquier caso, Blogger, WordPress e incluso Tumblr tienen aplicaciones gratuitas para el móvil.

Y ahora que has leído el post completo, ¿quién te dice que mientras lees esto no estoy tostándome al sol junto a un maromo allende los mares?

Nos vemos en el próximo post. ¡Felices vacaciones!