Hoy deseo que nos centremos en crear un hábito saludable que te acompañe a lo largo de este año.
A raíz de estos últimos meses, he comprendido más que nunca que no es que tengamos un cuerpo, es que somos un cuerpo. Pero muchas veces vivimos completamente disociadas de él. No sé si a ti te sucede, pero a mí, en momentos de mucha intensidad de trabajo, se me olvidan cosas tan básicas como que tengo sed o que mi vejiga ya lleva llena varias horas. Pongo en un segundo, tercer o milésimo plano las necesidades de mi cuerpo. De hecho, ¡es que ni siquiera noto esas necesidades! Y para cuando quiero darme cuenta, mi cuerpo está literalmente dando gritos.
El torbellino mental de un negocio que sentimos como una extensión de nosotras mismas nos hace vivir todo el tiempo en la mente y muy poco en el cuerpo. Y esto te aseguro que termina pasando factura. Descubre cómo he creado estos hábitos saludables en mí, aquí
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