Tomarse un descanso de Instagram, ¿sí o no?

Querida amiga, hablemos de las vacaciones.
Como autónomas, con o sin hijos, siempre lo hemos tenido regular a la hora de tomarnos vacaciones. Nos cuesta asimilar lo de pausar el negocio cuando los gastos de ese negocio siguen su curso. Aún así, con el paso de los años muchas hemos ido aprendiendo la lección y cerrando el negocio algunas semanas en verano, algunos días en navidades…

Como hormigas fritas

Querida amiga, hablemos de lo gratis. Hablemos de lo que sucede cuando nos dan y cuando damos algo gratis. Pero, sobre todo, hablemos de la respuesta a esta pregunta: ¿valoramos, de verdad, aquello por lo que no pagamos?

El contador de Instagram está roto

Querida amiga, imagina que un día descubres que Instagram ha estado contabilizando mal tus visualizaciones, tus likes, tus seguidores. Imagina que esos Stories que veían 1.000 personas, en realidad, eran vistos por 80.000 personas. Imagina que simplemente el contador estaba “estropeado” y durante todo este tiempo atrás te salía un número erróneo.

Dudo de mí

Querida amiga, hablemos de lo que agota dudar sobre una misma. Del lastre diario que supone dedicar tiempo y energía a dudar sobre tus ideas, tus talentos, tus posibilidades de éxito… Hablemos de todo esto. Pero, sobre todo, hablemos de cómo dejarlo atrás.

¿Y si no quiero pasarme el día creando contenido?

Querida amiga, hablemos de ese segundo trabajo llamado “creación de contenido” que tenemos la mayoría de autónomas y empresarias de pequeños negocios. Ese segundo trabajo que viene muchas veces en pack con el primero, pero de cuya magnitud no somos conscientes hasta que no estamos metidas en el ajo. Ese segundo trabajo que no hemos elegido y que nos ha llovido del cielo en el mismo instante en que decidimos emprender.