Cualquier fotógrafo sabe que después de las minisesiones de Navidad llegan las vacas flacas. El año se cierra con cotas de estrés máximas: no hay padre que no quiera felicitar las Fiestas con una foto de sus criaturas, así que lo que en principio iban a ser un par de mañanas de minisesiones se termina convirtiendo en una agenda saturada en el intento de no dejar a nadie fuera. Si a esto le sumas las horas de edición y los plazos de entrega tan ajustados, la calvicie está prácticamente asegurada. Y con este panorama, la incertidumbre de los meses más flojos del año, enero y febrero, resulta casi deseable.
La cuesta de enero, e incluso la de febrero, y las bajas temperaturas hacen de estos meses los de menor producción del año. Sirven para coger fuerzas y respirar hondo antes de que con la llegada de la primavera se reactiven las sesiones en exterior y empiece la campaña de comuniones. Son parones necesarios, pero, si hacemos bien los deberes, podemos conseguir volver a la actividad con más éxito. Por eso hoy os quiero hablar de cómo sacar partido a las minisesiones de Navidad y fidelizar clientes para el resto del año.
Por su reducido precio y por la cantidad de reportajes que concentramos en un corto periodo de tiempo, las minisesiones nos permiten entrar en contacto con muchas nuevas familias. Esto las convierte en la ocasión perfecta para ampliar nuestra cartera de clientes habituales. De hecho, los estudios demuestran que existen muchas más posibilidades de que un antiguo cliente vuelva a contratarte que de captar nuevos clientes. Por ello, las minisesiones son una excelente oportunidad para fidelizar a estos nuevos clientes que han acudido a nosotros seducidos por una oferta y convertirlos en clientes que repiten.
1. Ofrece algo gratis que no esperen.
Las cosas gratis e inesperadas tienen la capacidad de hacernos felices y predisponernos de manera positiva hacia alguien o algo. Pero lo ideal es que ese elemento gratis, además de mejor la experiencia de nuestros clientes, nos ayuden a promocionarnos. Por ejemplo, podemos regalar a nuestros clientes una cabecera para que puedan felicitar la Navidad desde su Facebook como la que he regalado hoy con mi newsletter. De este modo, además de tener un detalle con ellos, estamos consiguiendo que nuestras fotos aparezcan en el timeline de muchas personas.
2. Crea un programa de fidelización y recomendaciones.
Comunica a los clientes de tus minisesiones que tendrán algún premio en la próxima sesión que te contraten o si lo hace algún familiar o amigo, como, por ejemplo, impresiones extra de regalo o algún archivo digital adicional, algo que no te suponga un gran coste pero que promueva que repitan y te recomienden. Es mejor ofrecer algo extra que un descuento. Rebajar tu precio debe ser siempre el último recurso ya que tiene muchas connotaciones negativas.
3. Mantén el contacto para que no te olviden.
Anima a tus nuevos clientes a seguirte en redes sociales e inscribirse a tu newsletter. Si aún no usas newsletters, esta época de parón que se aproxima es un buen momento para empezar. Utilízalo de forma mensual para mantener el contacto con tus clientes, mostrarles tus últimos trabajos y hablarles de las próximas promociones. Recuérdales, además, que por haber sido clientes con anterioridad cuentan con ventajas a la hora de contratar nuevas sesiones.
4. Haz una base de datos y adapta tus promociones.
Ya sabes que hay determinados hitos en la vida de una persona que se asocian a la fotografía: cuando un bebé cumple un año, cuando una embarazada está al final del período de gestación, el nacimiento de un nuevo hijo, la comunión de un niño… Cada familia que pasa por tu estudio con motivo de las minisesiones de Navidad tiene una historia y una situación diferente, pero es muy probable que de un modo u otro estén muy cerca de alguno de estos hitos. Anota toda esta información en una base de datos porque te va a ser de gran utilidad para preparar promociones y enviar newsletters exclusivas a cada persona según su situación. Haz el envío de forma estratégica, un poco antes de que se produzcan esos hitos, para que sean más eficaces.
Espero que entre editar y hacer entregas encuentres un hueco para poner en práctica estos 4 consejos porque funcionan muy bien. Desde aquí te envío todo el ánimo del mundo para que termines la campaña de Navidad de la mejor forma posible. Respira hondo y trabaja duro pensando que pronto tendrás más tiempo libre.
Hoy aquellos que estén suscritos a mi newsletter habéis recibido por email una plantilla para hacer las cabeceras navideñas de Facebook de vuestros clientes. Espero que os resulten de utilidad y tengan una buena acogida. ¡Ya me contaréis!
¡Hasta la semana que viene!
