Querida amiga, hablemos de ese segundo trabajo llamado “creación de contenido” que tenemos la mayoría de autónomas y empresarias de pequeños negocios. Ese segundo trabajo que viene muchas veces en pack con el primero, pero de cuya magnitud no somos conscientes hasta que no estamos metidas en el ajo. Ese segundo trabajo que no hemos elegido y que nos ha llovido del cielo en el mismo instante en que decidimos emprender.
Sé que muchas veces, viendo la cantidad de horas y esfuerzo que implica, te habrás preguntado hasta qué punto es necesario crear contenido, hasta qué punto te compensa, hasta qué punto es un camino imprescindible para dar a conocer tu negocio y conseguir clientes.
El otro día leía en un post de Lisa Congdon una reflexión sobre cómo en 2011, y durante muchos años, había encontrado en Instagram un lugar para publicar su trabajo, conectar con otras personas, compartir su historia, conseguir clientes interesados en su creatividad y su arte… Cosa que agradecía enormemente. Pero, según contaba en ese post, en los últimos 3 años, ha estado sintiendo que esta plataforma ha cambiado.
Te cuento mi reflexión y mis conclusiones sobre este segundo trabajo aquí.
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